Te contamos de este proceso desde el momento de la cosecha del Musgo hasta la instalación de cada mural.

Detrás de cada mural de musgos preservados hay una historia de cuidado de la naturaleza y delicados procesos de trabajo a escala humana, los que permiten asegurar su belleza 100% natural a lo largo del tiempo.

La primera parte de esta historia es la selección y cosecha de los musgos.

Se buscan musgos de alta calidad, de colores vibrantes, texturas interesantes y variadas formas.
Estos musgos provienen de diferentes especies, como el Ball Moss, el Flat Moss, Rock Moss y otros tipos comunes.

Los musgos utilizados en los murales preservados se recolectan de manera responsable y sostenible. Los recolectores especializados y autorizados por cada comunidad, se adentran en bosques y extensas llanuras, de Islandia, Georgia, Turkia y otros países, respetando el entorno y evitando dañar los ecosistemas. Se obtienen pequeñas porciones de musgo de diferentes áreas para asegurar la sostenibilidad y no generar impacto ambiental.

Una vez recolectados, los musgos se someten a un proceso de limpieza y preparación, Se eliminan cualquier impureza, como hojas secas o restos de tierra, para asegurar que los musgos estén en su estado más puro y óptimo.

La segunda etapa de esta historia es crucial, La preservación.

Los musgos se sumergen en una solución que reemplaza la savia natural. Esta solución está compuesta por ingredientes como glicerina y colorantes naturales. Una vez tratados, los musgos se someten a un proceso de secado controlado. Se colocan en un ambiente con la humedad adecuada para permitir que el exceso de líquido se evapore, sin afectar la apariencia o la integridad del musgo. Durante este proceso, los musgos adquieren una textura suave y flexible.

Luego comienza la etapa del diseño Biofílico del mural. El diseño es el resultado de las aspiraciones del usuario quien junto a nuestra experiencia vamos creando juntos la mejor composición, teniendo en cuenta la distribución de colores, formas y texturas para crear un impacto emocional y visual para quienes se encuentren en su entorno. En nuestro taller se realiza el delicado trabajo de seleccionar cada pieza de Musgo para adherirlos cuidadosamente a una superficie de MDF, utilizando adhesivos especiales no tóxicos y dar vida si al diseño.

Cada mural de musgos preservados es el resultado de un minucioso proceso que combina el amor por la naturaleza, la habilidad artística y la técnica de preservación adecuada. El resultado final es una obra de arte única y duradera que captura la belleza de la naturaleza y añade una dosis de serenidad y conexión con la naturaleza a cualquier espacio.